Hay mujeres con una fortaleza y fuerza para salir adelante a pesar de las adversidades que son admirables. Una de esas fue mi abuelita, mujer de campo que muy joven (a los 14 años) partió de su casa a trabajar…luego se caso y lamentablemente enviudo cuando mi papa tenía solo 1 año. Viendo que en villa alegre no iba a poder mantenerlos a los 2 agarro sus cosas y partió a Santiago.
Durante toda su vida trabajo muy duro para poder salir adelante y darle lo mejor a su hijo, dentro de sus posibilidades. Logro comprar un terreno grande para hacer su casa, cuando mis padres se casaron construyeron otra casa en el mismo sitio, donde vivimos por 20 años.
Siempre trato de ayudar a su familia cuando fuese necesario, ese fue el caso de Miguel y Claudia (sus sobrinos) que sufrían de epilepsia, los cuales se vinieron a vivir con nosotros mientras hicieron sus tratamientos. Además se trajo a la Susi para que trabajar acá y pudiera ayudar a su familia en le sur. Como ven era la matriarca de la familia, sin ella no se tomaban decisiones.
Hay tantas cosas que decir…que podría hacer un libro sobre ella.
Recuerdo cuando pasaba a buscarme al jardín y siempre me compraba golosinas, o cuando estábamos con la Jessy jugando y nos daban ganas de comer panqueques o papas fritas íbamos corriendo donde ella y nos daba en el gusto (al par de golosas).
Siempre amante de la cocina, las empanadas, pasteles de choclo y las tortas que muchos siempre las recordaran con cariño. Ah y sus producidas ensaladas, que cuando yo hacia algún asadito nadie se atrevía a desarmarla jajaja.
Tan aperrada fue que hasta cuando mi papa se quedo sin trabajo, ella nos ayudo a salir adelante, fueron un par de años bastantes difíciles pero gracias a ella pude seguir en la U. Me enseño que siempre tenia que ser fuerte y salir adelante como sea.
Como saben soy bastante amistosa, risueña y siempre con una sonrisa en la cara, eso lo herede de ella…
Este último tiempo ha sido bastante duro para nosotros, comenzó a sufrir por culpa de esa maldita enfermedad del alzheimer. Verla como de apoco se iba deteriorando por no recordar las cosas y como perdía de a poco su autonomía, siendo que ella se las arreglo sola toda la vida nos tenia bastante mal. Creo que Dios no quería que ella sufriera y por eso se la llevo. Pero a una semana de su partida, no me puedo acostumbrar a la idea de no verla mas, ni si quiera he podido salir al patio de atrás a ver su casa. Se que es un proceso normal y debo vivir mi duelo, pero es difícil cuando la has tenido toda tu vida al lado, cada día…
Se que tengo que dejarla partir, que debería estar feliz porque ella no va a sufrir mas, y que algún día nos volveremos a encontrar…pero inconcientemente en mi egoísmo quiero tenerla toda mi vida a mi lado.
Te quiero mucho.
